texto Marcela Gasperi
obra Laura Verdinelli
La metáfora es una herramienta para traspasar los
límites impuestos por la forma literal de la vida.
La simulación es una cualidad de la metáfora. Cuando no hay simulación la metáfora se
convierte en una creencia impuesta.
El
sentido metafórico se convierte en literal, cuando se desvanece el juego de
simulación, sería como una metáfora
muerta.
Simulacro,
es la magia de crear imágenes,
situaciones como si fueran de la realidad, en reemplazar la realidad por ecos o
ilusiones, imaginativos.
En
una metáfora viva su expresión, sigue conservando la conciencia de atención anacrónica de su proceso.
La
metáfora permite una nueva visión, una nueva organización del universo, un
nuevo orden, pero lo realmente nuevo son las asociaciones que permiten ese
nuevo orden.
Inventar
una metáfora es crear asociaciones nuevas.
Dar lugar
a una metáfora es crear mundo, es crear sentido.
La
creación imaginativa, constituye un acontecer. Un acontecer interno que
acompaña al externo. La Magia de mentir con alma es necesaria para vivir.
Mentir,
en la creación, es una provocación
consciente e intencional de la ilusión.
Todo conocimiento de la realidad
pude ser metafórico.